Una de las actividades que hemos llevado a cabo en el colegio con motivo de las fiestas de nuestro patrón, S. José, ha sido el concurso "Tú sí que bailas", para alumnos de 4º, 5º y 6º de primaria, y 1º de secundaria.
Santi ha sido el líder de la iniciativa y el que ha pensado en cada detalle de la competición, empezando por la motivación que sembró entre los niños, hasta el punto de sumar alrededor de 110 parejas inscritas varios días antes del evento.
Esta cuña publicitaria es, como todo, obra suya.
Nos propuso a cuatro compañeras ejercer de jurado, de manera que teníamos que pasearnos entre las parejas de baile, y allí mismo, en pista, debíamos marcar el dorsal de aquellos que decidiésemos eliminar, hasta reducir el número a diez parejas finalistas, y por último, cuatro parejas ganadoras, una por cada nivel participante.
El premio era un humilde diploma casero, pero los bailarines se entregaron a la causa apasionadamente, y lo mejor de todo es cómo y con qué ritmo disfrutaron la mañana del jueves. Algunos habían previsto incluso el vestuario, y la mayoría dejaban traslucir horas de entrenamiento para mostrarse ante el numeroso público congregado en el patio. Fue duro para nosotras ir eliminando a estos pequeños artistas.
Las componentes del jurado quedamos en llevar como uniforme pantalón y chaqueta oscura, camisa clara, zapato de tacón, el pelo recogido en un moño alto, labios pintados de rojo y una carpeta para complementar el look. Todas no, tres de las cuatro, porque Mª José nos sorprendió con melena al viento y chaqueta de lentejuelas, ella siempre "antes muerta que sencilla...", jajaja...
Todo un éxito, uno más que añadir al palmarés de Santi, que por si fuera poco, también hizo las veces de Dj, disfrazado con peluca y gorra, que le caracterizaban a la perfección para esa difícil misión, lidiando entre salsa, merengue, chachachá, pasodoble, tango, disco, vals, rock, bolero, charlestón...
Y hasta aquí la entrada de hoy.
CONTINUARÁ...
Santi ha sido el líder de la iniciativa y el que ha pensado en cada detalle de la competición, empezando por la motivación que sembró entre los niños, hasta el punto de sumar alrededor de 110 parejas inscritas varios días antes del evento.
Esta cuña publicitaria es, como todo, obra suya.
El premio era un humilde diploma casero, pero los bailarines se entregaron a la causa apasionadamente, y lo mejor de todo es cómo y con qué ritmo disfrutaron la mañana del jueves. Algunos habían previsto incluso el vestuario, y la mayoría dejaban traslucir horas de entrenamiento para mostrarse ante el numeroso público congregado en el patio. Fue duro para nosotras ir eliminando a estos pequeños artistas.
Las componentes del jurado quedamos en llevar como uniforme pantalón y chaqueta oscura, camisa clara, zapato de tacón, el pelo recogido en un moño alto, labios pintados de rojo y una carpeta para complementar el look. Todas no, tres de las cuatro, porque Mª José nos sorprendió con melena al viento y chaqueta de lentejuelas, ella siempre "antes muerta que sencilla...", jajaja...
Todo un éxito, uno más que añadir al palmarés de Santi, que por si fuera poco, también hizo las veces de Dj, disfrazado con peluca y gorra, que le caracterizaban a la perfección para esa difícil misión, lidiando entre salsa, merengue, chachachá, pasodoble, tango, disco, vals, rock, bolero, charlestón...
Y hasta aquí la entrada de hoy.
CONTINUARÁ...
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