Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

miércoles, 30 de enero de 2013

Currículum em-paña-do



     La travesía más emblemática de Palma de Mallorca va a volver a llamarse como antaño: La Rambla. Lo han decidido los mandamases municipales en un pleno del ayuntamiento, indignados por los acontecimientos hechos públicos durante los últimos días en el marco de la investigación del caso Nóos. Los ciudadanos mallorquines opinan que los que publicitaban su ciudad con su buen nombre y su alta alcurnia ya no merecen su ducado. No están nada orgullosos de tener bajo sospecha de la justicia a su, hasta ahora, aristocrática familia representativa. 


     No corren buenos tiempos para el duque em-palma-do. Va a costarle remontar este escándalo de soberana magnitud, y sus supuestos chanchullos financieros van a dejar su currículum tan em-paña-do, que nadie en suelo patrio querrá hacerle un contrato de trabajo. A ver cómo paga su hipoteca de cinco millones de euros y la crianza de sus cuatro churumbeles. 


      Al final va a resultar que mezclar sangre azul con la colorada de la gente corriente no sale a cuenta, ni siquiera por amor. Ya se han caído dos esbeltas figuras plebeyas de la foto oficial, mejor dicho, las han sacado por la puerta de atrás y por la vía rápida. 


     La del telediario se ha quedado sola, como una reina. Nóos podéis imaginar qué disgusto tiene Juanca.



domingo, 27 de enero de 2013

DEDICADO AL PERIGALLO.



     Ildefonso Matamoros Cuecas, alias “el Perigallo”, es un famoso personaje de Oliva de la Frontera, que escribe cartas que el diario HOY le publica. Su estilo es característico, y desde siempre me llamó la atención: sus palabras en desuso, la alusión a juegos de antaño, sus menciones sobre oficios antiguos… Todo me hacía pensar que se trataba de un hombre anciano.
     Un buen día se me ocurrió sugerir a D. José Joaquín Rodríguez Lara la posibilidad de convocar una reunión para propiciar que nos conociésemos algunos de los colaboradores habituales de “Cartas al Director”. Y, cuál no sería mi sorpresa, respaldó mi idea con entusiasmo, ofreciéndose como intermediario para ponernos en contacto. Me preguntó a quién quería conocer, y el primero de la lista fue “el Perigallo”.
     Y llegó el gran día. El lugar de encuentro fue la cafetería del Hotel Río. Cuando llegaron Ildefonso y María, su mujer, ya estaban allí Joaquín y Diego Algaba conmigo. También se unió al grupo Pilar García de Pruneda Trevijano. Ildefonso en persona me rompió los esquemas. No era el anciano que yo había imaginado, sino un hombre poco mayor que yo, un hombre sencillo y afable, humilde y agradecido, simpático y entrañable. Fue una reunión enriquecedora. Comentó su ilusión de reunir todas sus cartas para publicarlas en un libro, y su proyecto ya ha visto la luz: “Alejines”. Mi enhorabuena por ello, he de decirte que lo compré a los pocos días de hablar contigo por teléfono.
     Eres para mí un ejemplo de voluntad, tesón y perseverancia, y te admiro y te aprecio sinceramente desde aquel día. En este escrito que te dedico utilizo términos que tú bien conoces, pero he de confesar que muchos de ellos también los conocía yo, porque se han estilado igualmente en Santa Marta de los Barros, que es el pueblo donde yo nací.  
     Es solo un guiño de complicidad, sin más aspiraciones. Espero que te agrade.

     Un saludo,
                       Maribel.
  

             Dedicado al “Perigallo”


      Me ha dado el arrepío por mentar una mijinina a un revoltillo amigo mío, que ni se lo barrunta. No me había vagado hasta hoy, que siempre voy a zampatarama, recadando los andacapadres que mis morrales dejan desparramados en el doblao, que se merecen una buena pelfa. Un día de éstos voy a jondear toda la carrefilera de cacharros changaos que no valen ya ni una froncia, y si acaso escamondo alguno para ponerlo en el topetón. Cucha, que voy a echar un buche del piche, antes de seguir jociqueando por aquí, que como soy una lambuza me he jamao una perrunilla y estoy atorá. No quiero ser pejiguera, pero mejor el agua que el pirriaque, que te deja en tenguerengue y te suelta la lengua como una repílfora haciendo escorrozos. Pero para escorrozos los de los niños cuando estrumpen de llanto, emberrenchinaos, porque jugando se han hecho una chinfarrá en la rodilla, y llegan desatacados, con una embozá de bolindres en la faldiquera, con mocos y arrecíos de frío. Las jaquetonas como yo los recogemos en casa y fechamos la puerta, y cuando ya están en la piltra estos farraguas jurguiñas,  les leo unos alejines de un Perigallo de Oliva, que ya están empicados.  Y ábate me quedo frita yo, qué poca lacha…  

                                                                Enero de 2.013.  

viernes, 25 de enero de 2013

Pasión por el baile


     Martha Graham, la gran bailarina y coreógrafa estadounidense de la danza moderna, manifestó en una ocasión que "... los grandes bailarines no son geniales por su técnica, son geniales por su PASIÓN". Estoy totalmente de acuerdo con esa opinión. Yo no tengo técnica que me respalde, ni horas de entrenamiento exhaustivo, ni he asistido a academia alguna, pero mi pasión por la danza está fuera de toda duda para todo aquel que me conozca. También dijo la Graham en una ocasión que "el baile es el lenguaje oculto del alma". Hay gente que tiene facilidad para engañar con la palabra, pero el lenguaje del cuerpo es difícil enmascararlo.






     He comenzado tras las vacaciones de Navidad un curso de Danza para aplicar con los alumnos, en las clases de Educación Física, ofertado por el Centro de Profesores y Recursos. El profesor, Jesús, un magnífico docente, ya impartió otro parecido, al que tuve la suerte de asistir hace tres años, y al que pertenece el vídeo anterior. Cuando estoy embebida en mi papel, repitiendo una y otra vez cada movimiento de la coreografía que en cada sesión nos monta, es como si estuviera fuera de mí misma, como si nadie me estuviera mirando, y me siento más libre, más grande, más potente.


     Da igual lo que bailes, y tampoco importa si lo haces bien o mal, pero levántate y baila.



        "Leamos y bailemos, dos diversiones que nunca hacen daño al mundo". (Voltaire)