Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

lunes, 27 de abril de 2015

Pomada de pactos



El caso Rato ha puesto bajo sospecha a Pujalte y a Trillo, y el clamor popular solicita la lista completa de los más de 700 defraudadores. Rajoy se lamenta y cree que detrás de este indeseable escenario se esconden “maniobras externas”. O como le oí decir el otro día al periodista Arsenio Escolar, “externas, internas y mediopensionistas”. 



Al otro lado de la calle podemos divisar a Chaves y a Griñán, haciendo equilibrios en la cuerda floja de los ERES


Saltando al ruedo, como maletillas, los partidos emergentes (Podemos y Ciudadanos) han levantado una polvareda en el albero electoral que es muy positiva bajo mi punto de vista.



A partir de ahora, los pactos formarán parte del protocolo político si se quiere gobernar con la noble intención de sacar nuestra piel de toro de la debacle que venimos padeciendo desde hace años. Se acabó el compadreo. Aportemos, discutamos, decidamos, sumemos y procuremos multiplicar las opciones viables como el milagro de los panes y los peces. Para el PPSOE se acabó lo que se daba. Les han salido pústulas en el trasero y deben aplicar pomada de pactos por prescripción facultativa. El bipartidismo fue bonito mientras duró. O no, según el color del cristal con que se mire.


Aquella noche ("Estampas - IV")



Aquella noche

(“ESTAMPAS” – IV)

Aquella noche sus manos

escribieron el más bello

poema sobre mi piel

apergaminada. Todos

pudieron leer sus versos

en mi mirada.


Aquella noche sus labios

compusieron la más bella

melodía sobre mi boca

sedienta. Todos oyeron

su pentagrama sublime

en mi sonrisa.


Aquella noche sus dedos

dibujaron la más bella

alegoría de amor

sobre mi lienzo desnudo.

Todos captaron el brillo

de mi arcoíris.





¡Felices sueños!








viernes, 24 de abril de 2015

ELLA ("Estampas" -III-)




                                                  ESTAMPAS – III

                                                ELLA

Ella, que siempre estuvo allí donde se la necesitó, es ahora una muñeca rota, un mueble desvencijado relegado por la felicidad al olvido.
Ella, que lució una piel tersa y sonrosada, muestra ahora los surcos y las cicatrices que el tiempo ha esculpido en su frágil anatomía.
Ella, que iba sembrando alegría y sonrisas a lo largo del camino, hoy solo entona tristes lamentos y melancólicos suspiros.
Ella, que alimentó esperanzas y amamantó ilusiones, no espera ya volver a bailar un tango con la luna o nadar desnuda bajo una lluvia de verano.
Ella, que amó sin intereses ni condiciones, hoy añora aquella complicidad que antaño compartió y la perdida inocencia de mil caricias, al ritmo de los latidos de dos corazones.
Ella, que disfrutó un hogar rebosante de comensales alrededor de una mesa y de sábanas blancas ondeando bajo un cielo azul, deambula ahora entre silencios por los pasillos de su obligada soledad.
Ella, que abrazó apasionadamente la vida, se arrastra perezosa hacia los brazos de la dulce muerte.
Ella, que salpicó de brillantes colores los valles de una juventud que se despeñó en los abismos de los tiempos.
Ella, que fue y que es, seguirá perfumando con su esencia cada rama de aliento brotada de su raíz, regada de voluntad, de sacrificio y de entrega.

Ella, principio y fin,
cielo y tierra, hielo y fuego,
nido y alas,
lluvia y sol, calma y trueno.



sábado, 18 de abril de 2015

La venda



La venda que tenía sobre los ojos se me cayó hace ya tiempo, tal vez por el peso de las lágrimas vertidas sobre ella. Lágrimas de rabia y de impotencia al constatar cómo se están aprovechando de sus cargos personas en las que tantos ciudadanos incautos habían depositado su confianza. Después de salir a la luz pública una interminable lista de casos de corruptos, de un lado y del otro de la calle, saber de alguno más se ha convertido en parte de la rutina informativa. Rato, un auténtico fuera de serie en Economía, sobre todo en economía doméstica, que pudo haber dirigido los designios de nuestro devastado país, no ha sido el primero ni será el último. En la próxima cita con las urnas sugiero dar el voto a Alí Babá, para asegurarnos que los ladrones solo serán 40. A los que aún conservan la venda, ¿a qué esperan para arrancarla con furia y abrir los ojos como platos…? El espectáculo es dantesco y espeluznante, pero yo prefiero no perderme detalle, a ver si resucita mi capacidad de asombro. A estas alturas, lo dudo.




jueves, 16 de abril de 2015

Mantecados





Compré manteca de cerdo por equivocación, creyendo que era cachuela, y la tenía en el frigorífico sin saber qué hacer con ella. Cuando Manu publicó la receta de los mantecados tuve claro en qué iba a aprovechar la dichosa manteca blanca (y aún ha quedado para algún otro menester, puede que para unas costillas en adobo, por ejemplo...).





Los ingredientes son los siguientes:


-160 gr de manteca de cerdo
-320 gr de harina (he usado la especial para repostería)
-100 gr de azúcar
-ralladura de limón
- una pizca de sal
-50 ml de mistela o vino dulce (un chupito, más o menos)



Se amasa bien el azúcar con la manteca a temperatura ambiente; luego se le añade harina con la pizca de sal y la ralladura de limón; y finalmente la mistela. Se trabaja bien la masa, algo que no había hecho nunca y he de decir que me divirtió bastante. Se estira la masa con un rodillo y se recorta con un cortapastas (yo utilicé la boca de un vaso de cristal).

Se hornea a 210 grados, calor arriba y abajo.

Si los quieres tipo galleta deben tener un grosor de 1 cm. más o menos, si quieres más mantecado unos 2 cm. No hay que dorarlos mucho, para evitar que salgan excesivamente secos.





Con esas cantidades me han salido 20 unidades. Están muy ricos para tomar con un buen café, y no son nada complicados para reposteras inexpertas.





                               ¡Et voilà!