Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Categorías no excluyentes



Me duele que algunos catalanes quieran dejar de ser españoles, pero lo que no les perdono es que se protejan con un escudo de niños de lo que les pueda pasar mañana por llevar a cabo su ilegal e inconstitucional referéndum. Demuestran su picaresca, que para mí es cobardía e irresponsabilidad. Ojalá no se desarrollen actos violentos en medio de esa farsa de actividades colegiales de fin de semana; pero si los hubiera, los niños serían testigos presenciales, y desde esa visión podrían ahondar más en su adoctrinamiento en horario lectivo, algo que llevan a cabo desde hace mucho tiempo.
Soy santamartense, pacense, extremeña, española, europea y ciudadana del mundo, y ninguna de las categorías que me atribuyo son excluyentes. Los catalanes sois españoles, aunque a unos pocos, que no son ni siquiera la mitad, les pese y quieran independizarse. Eso sí, quieren llevarse en su “procés” una maravillosa parcela de suelo patrio que es de todos los españoles. Mejor dicho, nos la quieren robar. Pero, claro, han tenido buenos maestros, ladrones de guante blanco, entre sus filas.
Tendríamos que votar todos los españoles si queremos renunciar a un territorio que nos corresponde, porque según nuestra Constitución, España es indivisible. Para otra vez, o si alguna Comunidad más está interesada, que nos pregunten a todos, por favor.
Confío que mañana transcurra en paz la jornada, y el lunes haremos balance. Ojalá se ahoguen en su borrachera independentista, y acaben vomitando todos sus líderes. A ser posible, entre rejas, por ilegales.


viernes, 29 de septiembre de 2017

Empanada molona



No tenía comida hecha, pero sí bastante prisa, porque debía ir a trabajar por la tarde otras tres horas. Abrí el frigorífico, y descubrí masa de hojaldre que ya casi había olvidado que compré la semana pasada. De esos productos sin programar que echas en el carro “por si acaso…” Pensé: le pongo encima tranchetes y lonchas de pechuga de pavo, enrollo y corto en rodajitas, al horno, y ¡ricas palmeritas saladas!
Al abrir la masa me percaté de que no era rectangular, sino redonda. Las palmeritas se consiguen mejor con el hojaldre rectangular, pero aun así la cubrí con el queso fundido, encima lonchas de pavo, y embadurné toda la base con tomate frito casero.
Abrí de nuevo el frigorífico para servirme un cerveza mientras preparaba la comida, y ¡oh, sorpresa! En una balda tenía un tarro de cristal hermético que contenía la carne picada guisada que sobró de los spaguettis del día anterior. La repartí por encima del tomate. Yo soy de las de “cocina de aprovechamiento”.


Llegados a este punto, enrollar parecía una misión imposible con tanto condumio, así que desprecinté otra masa que me quedaba (seguro que compré un 2x1, de otra forma no me lo explico…), y decidí cerrar el invento a modo de empanada, después de puestos… Pero antes, añadí unas tiras de pimientos asados, que seguro le daría jugosidad.
Sellé los bordes, pinché unas cuantas veces la masa superior, y pinté de huevo batido mientras el horno se calentaba. Cada cual conoce las virtudes y las limitaciones de su horno, yo lo puse a 180 grados, y saqué la empanada cuando la vi doradita, unos 15 minutos aproximadamente.
Una delicia para los sentidos, porque entraba por los ojos, olía a gloria bendita y se desbarataba en la boca en una riada de emociones indescriptibles, cuando además estábamos a esas horas muertos ya de hambre. Dimos buena cuenta de ella, con una copita de buen vino de mi tierra extremeña, y me fui a trabajar más contenta que unas pascuas…


    ¡Con qué poquito podemos ser felices…!

martes, 26 de septiembre de 2017

Soneto dominical con estrambote



SONETO DOMINICAL CON ESTRAMBOTE

Vivo sin vivir en mí
y el domingo ansiosa espero
el referéndum torero
para llorar o reír.

Ya se acabarán los plazos,
los pulsos, las amenazas,
ya no nos darán la brasa,
se darán el batacazo.

A Dios pongo por testigo
que los independentistas
se retirarán vencidos.

Su ruta catalanista
entre urnas se ha extinguido,
con su afán secesionista.

Y Puigdemont, compungido,
¡a galeras, por bromista!