Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

domingo, 29 de octubre de 2017

Mi pandilla


Desde el mismo instante en que una de nosotras lanza la convocatoria para reunirnos, empieza la celebración: conciliar fechas, repartir la lista de comidas o bebidas que aportar, y ¡por fin! el encuentro.



Un día redondo: buena temperatura, ganas de pasarlo bien y recordar viejos tiempos, un entorno maravilloso y unos anfitriones entregados. Brindamos por los presentes y por los ausentes, y comimos, bebimos y hablamos como si no hubiera un mañana.




Un día, sin duda, inolvidable. Amigas para siempre, amigas desde siempre, removiendo recuerdos de adolescentes con frescura y con alegría, confluyendo en un punto de nuestro camino, aunque hemos recorrido distintos senderos para llegar hasta aquí.






Carpe diem. Gracias a la vida, que me ha dado tanto...






martes, 17 de octubre de 2017

El poeta cumple años


             

Martes de otoño recién estrenado.
Se desperezan las lluvias,
debutan los nuevos charcos,
el cielo viste de gris
y el poeta cumple años.
Uno más o uno menos,
que eso nunca está claro.
Un viaje misterioso
-de cincuenta y dos semanas-
que hay que emprender con descaro,
saboreando el camino,
asomado a la ventana,
o mecido por la brisa,
desnudo y con pies descalzos.

Sé feliz, amigo mío,
bébete la vida a tragos.




                ¡Feliz cumpleaños, Plácido!

lunes, 16 de octubre de 2017

El gallo de las Josefinas



En abril de este año se llevó a cabo en el colegio Sagrada Familia FEC un interesante proyecto denominado “La Nacencia”, por el cual nuestros alumnos fueron testigos presenciales del proceso de incubación de huevos de gallina, hasta que nacen los pollitos. El diario HOY se hizo eco de la noticia. Aprendieron en vivo y en directo, con una emoción indescriptible, cómo rompían el cascarón y se asomaban al balcón de la vida. Una vez terminado el curso, los pollitos fueron ubicados en el campo de algunos de los alumnos y profesores, y nuestro pequeño gallinero se quedó vacío. 
Esta semana, como continuación del proyecto, algunos de aquellos pollitos han vuelto adultos al patio del colegio. La idea es que los alumnos asistan a la puesta y recogida de huevos. Solo hay que ver las caritas de los niños contemplando estos animalitos en su día a día, para comprobar su entusiasmo por esta lección tan fascinante. En esta pequeña granja pedagógica contamos con un gallo. Un gallo con buenos pulmones que canta sin desafinar ni una nota, desde que sale el sol, como está mandado. Probablemente muchos de nuestros niños urbanos, casi nacidos en cautividad,  nunca tendrían la ocasión de oír este canto del gallo, si no fuera porque se lo hemos traído a domicilio, a su colegio, para que acabe resultándole familiar, como lo era tiempo atrás, cuando la vida transcurría más en comunión con lo natural y no existían Internet, ni redes sociales, ni tabletas, ni whatsapps, ni videojuegos. 
Pero la intolerancia ha hecho acto de presencia en menos que canta un gallo, por culpa del gallo que canta a pleno pulmón desde el gallinero del patio de las Josefinas. Y las protestas de algunos vecinos de los edificios colindantes se han hecho notar. Resulta que no les gusta el concierto de nuestro gallo, ¡vaya por Dios! Aguantan el ruido de los motores de los vehículos que transitan por su calle, los ladridos de los perros de sus vecinos, el llanto de algún bebé insomne, pero el canto del gallo… ¡eso no! 
Pues nada, desterraremos al gallo por imperativo vecinal, pero dejaremos a nuestras gallinas ponedoras en el corral, así los niños podrán aprender de dónde proceden los huevos fritos que cenan de vez en cuando, mojando miga de pan en una yema amarillita, rica, rica y con fundamento.



domingo, 8 de octubre de 2017

Abrigo



ABRIGO

He despertado envuelta por
un abrigo de abrazos que
tus manos han tejido con
mimo sobre mi piel
a la luz de las tinieblas.
Luce en mi vientre un tatuaje,
filigranas de caricias
pespunteadas por tus dedos
en el silencio de la madrugada.
El cálido recuerdo de tu aliento
sobre mi nuca permanece vivo,
enredado entre mi pelo,
acunado por el alba.
Tengo sed de tus besos y
busco el rastro que me lleve
a la fuente insaciable de tu boca.



viernes, 6 de octubre de 2017

La caja de Pandora



Los independistas han destapado la caja de los truenos, esa misma que Zeus regaló a Pandora y que quien la tomó por esposa, llamado Epimeteo, abrió dejando que los males que en ella estaban encerrados se dispersaran por todo el mundo. Me temo que Puigdemont, en su papel estelar de Epimeteo del siglo XXI, ha manejado la caja maldita de manera irresponsable, y ahora sus acciones y decisiones pueden derivar en consecuencias desastrosas para toda la ciudadanía española, que pese a quien le pese, también les incluye a ellos, los catalanes, sean o no separatistas. Es bastante inquietante estar a la expectativa esperando ver quién mueve ficha, con la incertidumbre de que a alguno de los confrontados se les hinchen las narices y salgan por peteneras, que no necesariamente hagan referencia a un cante flamenco. De momento la Bolsa se ha resentido, y el éxodo de grandes empresas afincadas en Cataluña hacia otros destinos del país empieza a padecer el efecto dominó. Solo me queda confiar en que algún iluminado encuentre y haga resurgir la esperanza que reposa en el fondo de la mitológica caja, y las aguas vuelvan a su cauce, que es la única manera de poder beneficiarnos todos de su fresco caudal. 
Que para república independiente ya cada uno la tiene en su casa.