Hemos pasado este año cuatro curiosas fechas: 1-1-11/ 11-1-11/ 1-11-11/ 11-11-11.
Parece cuanto menos sorprendente que se dé también esta curiosa circunstancia: si coges los dos últimos dígitos del año en que naciste, y le sumas la edad que vas a cumplir o ya has cumplido este año, el resultado siempre dará 111. Para todos, sin excepción.
El once es el número que está entre la decena y la docena, y en la simbología cristiana es una cifra maldita, pecaminosa e incompleta. Según San Agustín, el once es blasón del pecado.
La fecha del fin del calendario maya es el 21-12-2011. Si lo sumamos: 2+1+1+2+2+0+1+1= 11.
El atentado de las Torres Gemelas fue un 11-9 (1+1+9 = 11), el terremoto de Japón el 11 de marzo de 2011 (dos onces), el atentado de Atocha un 11 de marzo,…queda patente que es un número de tradición sangrienta. Parecen fechas elegidas a propósito para acontecimientos históricos nefastos.
Qué ganitas que termine este año. Para una cosa buena que me podía haber pasado, ganar un pellizco en el sorteo extraordinario de la ONCE, me quedo con las ganas. A lo mejor es que tenía que haber comprado un cupón…
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