Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

jueves, 17 de noviembre de 2011

¡Congratulations!


     Acabo de sentarme un rato delante del ordenador, para descansar de la insana presión de los horarios, y me encuentro que las visitas al blog sobrepasan la nada despreciable cifra de 9.000...

     Y lo celebro, aún a riesgo de parecer una pedante.

     Lo bueno de entretenerse escribiendo un blog es que no tienes que dar explicaciones a nadie sobre cómo lo gestionas.

     Puedo escribir lo que me apetece, cuando me apetece, y sobre el tema que me plazca: personal, político, profesional, social... Además me puedo conceder la licencia de hacerlo en prosa o en verso, en forma de relato, de artículo, o de ensayo, con seriedad o con recochineo, adjuntando documento gráfico o dejando el texto condenado al ostracismo de las imágenes, publicando mis propias fotos o sacándolas de internet, en blanco y negro o con todo el espectro de colores, en días laborables o festivos, al amanecer o en la hora de los Walpurgis, en pijama y bata, en chándal o vestida de grana y oro, en el comedor de mi casa o tumbada en la cama, con alegría y buen humor, con una depresión de caballo o con muy malas pulgas, con los documentales de la dos de fondo o con el "mute" pulsado, en la más absoluta soledad o entre intrusos que irrumpen distraídamente...

     Para no dilatar más la pormenorización de mis argumentos, resumo: en mi blog la que manda soy yo, yomeloguisoyomelocomo, ¿ok?

     Y el que quiera, que lo lea. No es obligatorio, es indoloro, y prometo no apuntar con el kalashnikoff al que se resista.



     Hoy traigo una amplia variedad de tartas, para deleitar todos los gustos: las hay de gominolas, de chucherías,de lacasitos...




Y para mí, porque yo lo valgo, mis dos favoritas: la de queso y la de manzana. 


               Todo el día cocinando para la ocasión, pero ha merecido la pena.




                         Un día es un día.




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