Hoy es otro de esos días que una, sin saber por qué, está invadida de melancólica tristeza, un cúmulo de pequeñas circunstancias que invitan a la depresión no diagnosticada por un especialista, pero que hunden en el fango tanto como un saco de patatas atado al tobillo.
Las personas somos seres malditamente complejos, tanto que cuesta conocer los entresijos del prójimo tanto o más que los propios. Dios olvidó colocar el libro de instrucciones bajo el brazo de cada uno, y pasado el tiempo no hay quien construya el puzzle de nuestra psicología. Y si no, que se lo pregunten a mi marido, que siempre se queja, amargamente y con loable resignación, de mis inesperados y sorpresivos cambios de humor, rara vez achacables a alguna explicación lógica y coherente. Santo varón...(x los kínder...)
Fruto de este estado místico-tragicómico-crónico-habitual con matices menopáusicos-melancólicos-desesperantes-patológicos es este aspirante a poema que viene a ser como el vino que bebe Asunción, que ni es blanco, ni es tinto, ni tiene color, y que no sabe ni a tocino añejo, pero ahí lo dejo caer.
ENTRE DOS NUBES
Mañana amanecerá el prólogo del futuro,
y hoy el presente se empeña
en enredarse entre mis dedos.
La cesta de los rencores pesa tanto
que he de tirar recuerdos por la borda
por pura supervivencia.
Quisiera dormir indefinidamente,
porque durante el sueño
el miedo no trabaja,
la rabia habita en los arrabales
de la inconsciencia,
y la voluntad suspende su latido.
Ojalá los barrotes de mi jaula de oro
se vuelvan de azúcar,
se curven por misericordia,
o se retuerzan de dolor,
para así poder escapar
de mis cadenas y de mis carceleros.
Mi conciencia flota entre mil fantasmas,
que danzan en medio
de un simulacro de fiesta.
Se ha quebrado el idílico paisaje
de mis sueños almibarados,
pero asoma entre dos nubes
mi alma esperanzada.
La nostalgia sale perezosa de su escondrijo
para besarme en la frente.
Y ahora ya voy a tomarme la medicación, que estoy muuuyyy loca...esto va a ser del riego.
Achuchones varios, por la paciencia que tenéis conmigo.
Este poema fue seleccionado y publicado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Badajoz en el recopilatorio de poesía "El vuelo de la Palabra", en el año 2.012.
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