Querida Rocío:
hoy ha sido el primer día en dos años que has faltado a trabajar, que yo sepa, y sin embargo tu ausencia ha flotado en el ambiente y tu nombre ha sonado en el claustro. Apenas somos conscientes del cambio que has decidido dar en tu proyecto profesional, y ya te echamos de menos.
Me gustaría pensar que te has sentido arropada por muchos de tus compañeros como una hija, porque podrías incluso serlo biológicamente por tu edad. Pero te queremos sobre todo por tu generosa forma de ser, con los mayores y con los pequeños, por la manera en que te has involucrado en la marcha del colegio, por tu buena disposición para ayudar en todo lo que te han pedido, -a sabiendas de tu preparación superior en informática, en inglés y en educación física-, por tu perenne buen humor.
Cuando pase el verano, como en un sueño, y el colegio abra de nuevo sus puertas a la alegría de sus moradores, no estará tu abrazo mañanero a María Jesús, tus bromas para empezar la jornada con una sonrisa, tu saludo a tus fans de primaria desde la ventana de la sala de profesores,dándote un baño de masas, ni tu repique de campana anunciando la subida del patio a las clases para iniciar las tareas escolares. Nadie me dará el relevo junto a las llaves del gimnasio pequeño a primera hora cada día, ni tendré a quien animar para hacer conmigo algún cursillo del CPR, ni habrá quien quiera acompañarme a Madrid a las reuniones de T. de S., con sus comidas de internado de monjas, sus fiestas de pijama y las largas conversaciones durante las horas de trayecto. Conversaciones sustanciosas de infinidad de asuntos, trascendentales y nimios, serios y divertidos, pedagógicos y personales.
Deseo de corazón que hayas acertado con tu elección, difícil y meditada, porque tu determinación merece una recompensa acorde con tu valía personal y profesional.
Y no te olvides de este rinconcito de la geografía española, en el que tu huella permanecerá como las del paseo de la fama, para siempre.
Un abrazo grandote, grandote.
Maribel.
T_T Se me han saltado las lágrimas...
ResponderEliminarOs echaré (y os echo) mucho de menos. Las bromas de Gonzalo, la negación a mi propuesta de boda diaria a Jaime Barreto, los besos a Maria Jesús, los cascos de Marisa, las enseñanzas de la gran Mari Pepa, los engaños que le hacíamos a los niños Conchita y yo, la paciencia de Toni, las tartas de infantil (madre mía que paciencia han tenido todos los de la etapa conmigo), las charlas con las cuidadoras, las risas que hemso echado los especialistas Santi y Maribel, los chistes de Jacinto, el carácter de Lola, los monólogos de Agustina, las interpretaciones de los chistes de Carmen Herrero, las galletas de Raquel y su enorme paciencia... y mis niños, grandes y pequeños, que me han enseñado más que yo a ellos.
Os llevo a todos en el corazón.
Gracias a todos por todo.
Besos,
Rocío
¡Algo se muere en el alma cuando un amigo se va...! Felices vacaciones, guapa. Besitos.
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