Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 16 de abril de 2011

EL TIEMPO



   Según diversas definiciones, el tiempo es una sucesión irreversible de los fenómenos (Hachette,1992). También podría entenderse como un medio indefinido donde las existencias, con sus cambios, parecen tener lugar irreversiblemente (Petit Robert, 1981). O encajar perfectamente en la explicación como medición de la duración de los fenómenos (Petit Larousse, 1970).
   En torno al mismo concepto gira el "momento", entendido como un pequeño intervalo de tiempo. Un "instante", o momento infinitesimal, muy corto o instantáneo. E "intervalo", o fenómeno físico entre dos instantes, el inicial y el final.
   Manantial inagotable de comeduras de coco y consideraciones profundas, que confluyen en conclusiones de variada índole.
   El poema que aquí os dejo, de mi propia cosecha, tiene que ver con todo lo expuesto anteriormente.


          HE ENCONTRADO UN TIEMPO EN LA CUNETA…


Hace mucho extravié
un tiempo muy ocupado.
Preguntéle a mi memoria,
a mi baúl encantado,
lo busqué entre mis estrías
y hasta en mis patas de gallo…
Ni rastro encontré del tiempo,
ni contento ni enojado,
no era un tiempo perdido,
es que estaba desgastado.
Lo divisé en la cuneta
de un calendario atrasado,
llevaba un sello en la frente:

“Tiempo poco disfrutado,
tiempo no recuperado,
de obligado cumplimiento,
de días desparramados.”

Lo abracé, le di mi aliento,
y procuré reanimarlo.
Pero expiró entre suspiros,
se me escapó de las manos.

Hoy he parido otro tiempo
con la fe de un buen cristiano.
No quiero que se me pierda,
éste deseo disfrutarlo,
que me cubra de alegrías,
que me deje amamantarlo.



    No perdáis más tiempo leyendo mis chorradas, pasadlo lo mejor posible. Clic.

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