Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 16 de mayo de 2015

Vuelo de la Palabra 2015






Esta mañana fue la presentación de "El Vuelo de la Palabra 2015", en sus dos modalidades de cuento y de poesía, en la carpa de conferencias de la Feria del Libro, ubicada en el Parque de San Francisco de Badajoz.
Este año presenté un cuento, que ha sido seleccionado para formar parte de la antología, en la que además de los aspirantes a ganarse un hueco, mediante la votación de un jurado, se incorporan escritos de autores consagrados, o sea, con obra publicada. ¿Obra publicada...? Si se entiende como obra publicada un folleto que se reparte entre los componentes de una asociación literaria, en la que cada uno lee sus escritos a los demás cada cierto tiempo, en sus reuniones, vale. Aceptamos pulpo como animal de compañia. Quien lo lea podrá llegar a la conclusión que el parecido de algunos colaboradores y lo que puede entenderse por un autor "consagrado" son pura coincidencia. Yo tengo intención de seguir compitiendo por convencer cada año al jurado, cuya opinión me merece todo el respeto, y no enviar mi currículum para optar por la etiqueta de autora "consagrada", hasta que no se me publique alguna obra de verdad. Aunque si un folleto avala tal fin, es posible que sirvan mis casi 200 publicaciones en el diario HOY, y algunas otras en la revista XL Semanal, El Periódico Extremadura, El Chiriveje, Crónicas de un pueblo, y en revistas locales y vecinales. Sin contar los cuentos y poemas que "El Vuelo..." me ha publicado desde 2010, o que mi blog Maribelandia lleva casi 110.000 visitas. Sinceramente, no tengo grandes ambiciones literarias, si algo tiene que llegar, llegará. Pero no comulgo con ruedas de molino, me lo prohíbe mi religión.





Este año me han acompañado mis cuñad@s en la presentación, además de unos queridos amigos, y al término, como es lógico y dadas las circunstancias y la hora, no tuvimos más remedio que tomarnos unas cañas y lo que hizo falta, y terminamos tras los postres con una copita, por una vez y sin que sirva de precedente. Estos encuentros son los que dan vidilla a la rutina y minimizan las adversidades que el diario nos va planteando.





Y ahora, en casita, leyendo los volúmenes hoy adquiridos, hasta que el sueño me rinda.





Por cierto, el relato que me han seleccionado lleva por título "La sonrisa". Aquí os dejo el enlace, para que podáis leerlo, con un sencillo clic. Espero que os guste.

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