Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

jueves, 19 de enero de 2012

TALLER DE SOLIDARIDAD

                             TALLER DE SOLIDARIDAD

     La filosofía consumista que impera en nuestros días, tan creciente como perniciosa, provoca con demasiada frecuencia el desinterés por las carencias del prójimo. Hay quien piensa, para acallar su conciencia, que ayudar a los más desfavorecidos es cosa de los gobiernos.
     La mayor parte de las veces son las oenegés las que cobran protagonismo liderando acciones humanitarias, allí donde más falta hacen. Estos colectivos se lanzan de cabeza desde el trampolín de la solidaridad y el altruismo, para rescatar de la miseria más cruel al mayor número posible de víctimas de la desigualdad de oportunidades de esta injusta sociedad.




     Taller de Solidaridad es una fundación promovida por las Siervas de S. José, que tiene como fin impulsar la justicia social, la dignidad de las personas y la mejora de sus condiciones de vida, transformando la sociedad y optando por los colectivos pobres y excluidos de mujeres, niños y jóvenes de los países del Sur.
     Realiza su labor a través de proyectos de cooperación al desarrollo y promoción social, que potencian la capacitación y la dignificación del trabajo, así como con campañas de sensibilización y la promoción del Comercio Justo y del voluntariado.


     Sus valores son: la fraternidad universal, la cercanía, la escucha, la empatía; la justicia, incidiendo especialmente en las causas que provocan la pobreza y la exclusión; el compromiso, entendido como implicación, disponibilidad, servicio; y la utopía, la fe en el futuro y la convicción de que es posible un mundo más justo y humano.
     Taller de Solidaridad nació el 21 de septiembre de 2001, y fue reconocida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en febrero de 2002. Su espacio de lucha, de conquista, de promoción y de denuncia es el trabajo, que es la auténtica fuente de dignificación individual y el medio, por excelencia, de realización personal. Y su protagonista indiscutible es la mujer, la fuerza transformadora del mundo.



     Se puede afirmar que la pobreza tiene género femenino, lo que inserta a las mujeres en múltiples estratos de discriminación, que dificulta su capacidad para reclamar sus derechos. Son más vulnerables a los procesos de empobrecimiento, aunque los condicionantes de género varían en función del país, la cultura de origen, la clase social o el lugar de residencia. Sirva como ejemplo este dato: las mujeres de los países empobrecidos no poseen ni el 2% de la tierra cultivable, pero producen el 70% de los alimentos, aún cuando sufren 16 veces más probabilidades que una mujer europea de morir en el embarazo o durante el parto.
     A raíz del Plan Estratégico 2010-2014, se puso en marcha la campaña de comunicación: “Mujeres Soñadoras”, porque las mujeres aportan su capacidad de soñar, y Taller de Solidaridad, la oportunidad de hacer realidad sus sueños.



     La sede central de Taller de Solidaridad está en Madrid, aunque es en la sede de Lugo donde se encuentra la importadora de productos de Comercio Justo. Hay asimismo 11 comités locales repartidos por la geografía española: Alicante, Badajoz, Barcelona, Granada, Linares, Lugo, Ourense, Palencia, Salamanca, Vigo y Zamora.
     Los Proyectos de Cooperación al Desarrollo llevados a cabo por Taller de Solidaridad son acciones planificadas que surgen de la iniciativa de un grupo beneficiario, para mejorar una situación de carencia con carácter de durabilidad. Son de tres tipos: 1) De promoción de la mujer.  2) De promoción socioeconómica, como microempresas, cooperativas o proyectos agrícolas. 3) De promoción educativa.
     Los países en los que se están llevando a cabo estos proyectos son: Cuba, Colombia, Nicaragua, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, El Congo, Vietnam y Filipinas. Precisamente en este último país mencionado, Filipinas, se crearon los Talleres de Nazaret, hace ya dos décadas, que dan trabajo a casi 200 mujeres en 6 talleres situados por toda su geografía, como respuesta a la creciente explotación de la mujer allí existente.
     Desde Taller de Solidaridad se trabaja en una campaña de sensibilización para generar conciencias críticas que nos lleven a construir una nueva sociedad civil, con personas responsables y comprometidas.


     Fomentar el voluntariado es otro de sus grandes objetivos. Los voluntarios pueden desarrollar su labor en el área de coordinación, en los comités locales, o viajando a algún destino del Sur para conocer in situ su realidad y poder transmitir su experiencia a la vuelta.



     Me conmovió el relato de un voluntario, que estuvo en una zona en la que sufrieron una catástrofe natural. Contaba que la playa apareció llena de estrellas de mar, abocadas a una muerte segura. Divisó a lo lejos a un hombre que se agachaba a recoger algo de la arena y lo lanzaba al mar, una y otra vez, una y otra vez. Cuando estuvo cerca de él, le preguntó qué pretendía. El hombre dijo que, si dejaba en la arena las estrellitas, no sobrevivirían. El voluntario contestó que había miles, y que acabarían muriendo  todas. A lo que el hombre continuó agachándose, mientras decía: “ésta no, ni ésta, esta otra tampoco…”. Esa es la actitud de quien quiere ayudar en la medida de sus posibilidades, sin desaliento, sin mirar hacia otro lado.




                                 BYE

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