Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

domingo, 15 de enero de 2012

Dérsir Ares

     Hoy es 15 de enero, domingo. Pero hace 24 años este mismo día cayó en viernes. Yo me fui a trabajar al colegio con normalidad, andando (a veces echando una carrerita), con una barriga cortijera que parecía postiza, y estuve impartiendo las dos primeras horas de clase. Cuando noté indicios del comienzo de la función, me fui caminando a buscar a mi hermana, que se tuvo que duchar, y de camino al Materno nos paramos a comprar un cupón, a saludar a una conocida...sin prisas, vamos. En la primera exploración ya me dijeron que estaba de parto, pero yo no daba crédito, porque no me dolía nada. Teniendo en cuenta que 14 meses antes había dado a luz a mi hijo Enrique, y el recuerdo de tantas horas penosas estaba aún bien presente, no podía imaginar que la faena acabaría en una horita tan corta que casi no me dio tiempo a enterarme. Asomó al mundo a las 17:20 h., con mi ayuda y la de Alberto Cabañes. Por algún motivo que desconozco ninguna comadrona estaba con nosotros en el paritorio, pero ni falta que hizo.

     Creo que nacer ha sido el acto que Alberto ha realizado con más rapidez y precisión en toda su vida. Aquél día Mane estaba en Mérida por motivos de trabajo, y cuando volvió, ya éramos uno más en la familia. Hay que tener en cuenta que 24 años atrás no disponíamos de móviles para estos casos. Pesó 3,600 Kg. y midió 51 cms. Tomó el pecho bastantes meses, y pasó a los purés sin problemas. Eso sí, desayunó biberón con cereales hasta que cumplió los cinco años. 

     Se crió feliz y contento, junto a su hermano mayor y rodeado de una gran familia, con un montón de primos de edad parecida, y siempre destacó por su gran inteligencia.

     Una tata le apodó "Pelo Pincho", y siempre le peinábamos con el pelo de punta.

     De niño siempre fue prudente, buen estudiante, cariñoso y alegre, muy apegado a la familia y buen deportista. En una ocasión ganó un certamen literario con un poema, muy intimista, que fue publicado.

     Le gustaba leer, y aprendió con tres años, teniendo como maestro a su hermano de cuatro. En su mesilla siempre había una pila de libros para leer antes de dormirse.

     Cuando nació su hermano Lu, pasó lo típico del príncipe destronado, y su carácter sufrió algunos cambios, pero el triunvirato se lo pasaba de fábula. A Mane y a mí nos faltaban manos y horas para atenderlos a los tres.

     Eran graciosos, simpáticos, ocurrentes, preciosos, de anuncio, pero a-go-ta-do-res...


     En la adolescencia, Alberto pasó una mala racha académica (¿quién no?), y definió sus gustos y aficiones. Su carácter algo introvertido le hacía pasar muchas horas delante del ordenador desde muy pequeño, por lo cual se decantó por la informática como vocación profesional. También tuvo su momento rapero, compuso un sinfín de temas, dio conciertos en directo, e incluso grabó maquetas que vendió sin dificultad a sus numerosos fans. De esa época surgió el sobrenombre de Dérsir Ares, con el que se le conoce en el mundo artístico.

     Hoy es tu cumpleaños, y este 2012 no podía haber empezado mejor. Tu talento te ha facilitado el primer aterrizaje en el mundo laboral, en una gran empresa y haciendo lo que más te gusta: programas informáticos.

     Ojalá estos primeros seis meses de contrato se alarguen y puedas, poco a poco, ir cumpliendo todos tus objetivos en la vida, profesionales y a nivel personal con tu novia Elena.

           ¡MUCHAS FELICIDADES, HIJO!









No hay comentarios:

Publicar un comentario