Hoy hemos celebrado la jubilación de Maribel Romero. Hemos orado, hemos comido, le hemos hecho entrega de nuestros regalos, hemos llorado de emoción, hemos reído de alegría, hemos dedicado un rato a los recuerdos en imágenes, hemos dado un breve paseo por una larga vida de docente en nuestro querido colegio, y hemos vivido, en fin, una jornada preñada de emociones a flor de piel.
Gracias por haber sido tan buena compañera. Somos afortunados de haber compartido contigo tantos años de trabajo, en los que has dado ejemplo de responsabilidad, de entrega, de vocación, de actitud positiva frente a las dificultades, de cariño verdadero.
Ahora llega el momento de administrar el tiempo a tu antojo, sin condicionantes de horarios ni calendarios. Puedes organizar ese viaje a las antípodas con tu marido, que tanta ilusión te hace.
Te deseo salud y vitalidad a raudales para llevar a cabo todo lo que anhelas. Te quiero un montón, y...¿quién no?
CON EME DE MARIBEL.
Hoy quiero contar un cuento
con princesas de papel,
con duendecillos traviesos,
con grandes dosis de fe,
con vocación y paciencia
para enseñar a leer,
a sumar los corazones,
dar besos de diez en diez,
hacer turismo en los mapas,
a conversar en inglés,
a redactar mil historias
imposibles de creer,
a vivir mil aventuras,
y en el recreo correr
detrás de un sueño lejano
que no se deja coger.
Hoy quiero contar un cuento
con eme de Maribel,
con ese de señorita,
con el tacto de tu piel,
con el color de tu pelo,
con tu forma de querer,
con tu sincera sonrisa
y tu mirada de miel.
Hoy quiero contar un cuento,
escribirlo con pincel,
y perfumarte de cariño
de la cabeza a los pies.
Para mi querida tocaya y compañera Maribel Romero en su jubilación.
16 de diciembre de 2011.
Me encanta esa poesía. Ha sido un día maravilloso en el que espero haya disfrutado la protagonista tanto como sus compañeros. Un besito muy fuerte y disfruta porque te lo mereces
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