El gamusino es un animal
imaginario, gracias al cual nos hemos mofado de los ignorantes que creían que
había que cazarlos por la noche, con mucho cuidado para no espantarlos si los
descubrían. Los listos hacen ver que corren y los cogen, y los ingenuos van cargando
con el saco para encerrarlos. Pero el saco se va cargando de piedras, no de
gamusinos. La imaginación, que hasta el momento es gratis y libre, les hace verlos
aparecer entre sombras, medio escondidos, detrás de un árbol, subiendo a un
autobús, en la taza del inodoro o en el balcón del Ayuntamiento, y capturarlos
se convierte en una diversión o en una obsesión, según el personaje que
encarnemos. Cazar gamusinos es una broma más antigua que el timo del tocomocho,
pero está demostrado que ambos engaños siguen en plena vigencia. Si no, solo
hay que ver la que se está montando con los Pokémon. Qué listos son los de
Google Play y qué ingenuos los que se han descargado la aplicación de Pokémon
Go para capturarlos. El “un, dos, tres, cuatro, gamusino al saco” ha tornado en
“un, dos, tres, Pókemquedada a las diez”. Florecen los cazadores como la mala
hierba, cargando con los gamusinos en su sacomóvil.
Publicado en "Cartas al Director" del diario HOY el martes 27 de julio de 2016.
ResponderEliminar