Genio y figura

 

Lejos de arredrarse ante la humillación de dar explicaciones en el Parlamento catalán sobre chanchullos difícilmente justificables, el tono de la comparecencia del capo Pujol ha sido desafiante, amenazante y rebosante de chulería y de prepotencia. Entre otras perlitas, ha afirmado que se puede ganar un millón de euros o millón y medio si se gestiona bien. Acabemos, haberlo dicho antes, hombre de Dios, y todos estaríamos conduciendo Porsche y llenando su maletero de bolsas repletas de euritos contantes y sonantes. El colmo de la desfachatez, más parecía estarle perdonando la vida a sus interlocutores que intentando pedir perdón por haberse llevado nuestros dineros a paraísos fiscales, los de los catalanes y en consecuencia, los de los españoles. Dando puños en la mesa, acusa a los diputados de "infantilismo y de grave carencia moral", por atreverse a cuestionar su ahora famélica honorabilidad, y dejando bien claro que cuando la rama de un árbol se toca, caen todas las demás, y hasta los nidos que en ellas se apoyan. Una amenaza en toda regla. Le ha faltado decir: “¡con lo que yo he hecho por vosotros, desagradecidos!, ¿cómo osáis tratarme de esta manera…?” Todavía estoy en estado de shock, imagino que como la mayoría. 

 

Mira que yo no quería entrar al trapo, pero me ha salido un sarpullido tal y como lo iba escuchando, y me ha subido la bilirrubina...