Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Contrarréplica


     En este post voy a rebatir a José Ramón Martínez García, en cuya carta publicada por el periódico HOY, el lunes 24 de septiembre, hace alusión a mi humilde persona, y a mi crítica sobre el catalanismo de Guardiola, expresado en mi carta publicada el domingo 23 de septiembre en ese mismo periódico.


     Está bien tu lección de geografía, pero yo también estudié los países que componen América del Norte y los idiomas oficiales que tienen al uso.


     A tu pregunta: "¿Le parecería  a la señora Núñez mejor que hubiese dado la conferencia en italiano, que también domina Guardiola?" Mi respuesta es no, obviamente, puesto que aunque el auditorio contase con algún italianoparlante, la mayoría de los oyentes hablaban español. 


     Mi crítica era justamente en este matiz: en muchas ruedas de prensa contestaba en catalán, aunque la mayoría de los periodistas fuesen hispanoparlantes. Es cierto que algunos miembros de la prensa catalana preguntaban en catalán, ¡cómo no!, y él les contestaba en ese mismo idioma, por delicadeza, según tú. Yo opino que con muy mala educación, por parte de ambos, y con un desprecio total por el resto de asistentes a sus declaraciones, que posteriormente tenían que traducir para enviar sus crónicas. 

     Ahora que está lejos de su adorada Cataluña, tendrá la oportunidad de comprobar lo pequeña e insignificante que es para el resto del mundo, cuando no está asociada al país al que pertenece, mal que les pese a algunos, y que no es otro que España, al menos eso espero. 


      El extécnico del Barcelona recordó a su joven público que "en el mundo ya no hay fronteras...", en el transcurso de su conferencia, y recalcó la siguiente frase: "Amo mucho a Catalunya, amo mucho a mis padres, me dieron su lengua y somos un país pequeño". Puede que vivir lejos de aquí le proporcione otra perspectiva de sus creencias. Lástima que a sus paisanos independentistas no les agrade su teoría sobre las fronteras, y por eso quieren levantar un muro que los separe y los distinga de los españoles. Ese desprecio me duele en lo más hondo.


     He encontrado un escrito de un joven catalán, dando una interesante versión sobre cuestiones que creíamos ciertas, y solo son mitos y mentiras del arraigado catalanismo, sobre los que fundamentan históricamente su deseo separatista.

                 LA  HISTORIA NO PERDONA LOS MITOS.

     Soy un barcelonés de 30 años que, como mi generación, creció con el Club Super 3, el Tomàtic, la Bola de Drac, la Arare , Sopa de Cabra, Els Pets, Els Caçafantasmes, “Regreso al Futuro”… Veíamos la predicción del tiempo en la TV 3, con los dibujos de soles y nubes sobre un mapa de los Países Catalanes.
     En la escuela nos explicaban la historia de las cuatro barras, pintadas por el emperador franco con la sangre de Wilfredo el Velloso sobre un escudo o tela de color amarillo-dorado: así nació nuestra bandera ( la Senyera ). Los domingos por la mañana bailábamos sardanas en la plaza de la Iglesia , y daba gozo ver en un mismo círculo a los abuelos y los nietos, cogidos de la mano. En Navidad hacíamos cagar al “Tió”, y poníamos un “Caganer” con barretina en el Nacimiento. Así, disfrutábamos de una auténtica Navidad catalana como Dios manda.
     En la primavera cogíamos las Xirucas ( Chirucas , marca de calzado ], y nos íbamos a nuestros Pirineos a disfrutar de nuestras montañas y sierras, en nuestra tierra. Celebrábamos la “Diada”, con ánimo de no olvidarnos de la derrota de nuestro pueblo contra Felipe V y los españoles.
     Somos un pueblo trabajador, con carácter, distinto del resto. Tenemos la Caixa , el RACC, los Mozos de Escuadra y los Ferrocarriles Catalanes. ¿Qué más  queremos? Pues queremos, queremos, queremos…
     Pero la verdad no se puede ocultar siempre. Te vas de Erasmus a Londres, y descubres que existe vida fuera de nuestro pequeño planeta catalán. Que también hay trabajadores con carácter en otros territorios. Que la Caixa no es tan importante, si se compara con el Comercial Bank of China. Que solamente una ciudad como Shanghái tiene 20 millones de personas (tres veces toda Cataluña).
     Descubres la verdad: que lo de las cuatro barras de Wifredo el Velloso sólo era una leyenda, un mito, sin fundamento histórico. Ni Wifredo fue contemporáneo del emperador, ni se usaba la heráldica en ese siglo. Además, hasta la unión con Aragón, el emblema de los condes de Barcelona fue la cruz de San Jorge (una cruz de gules sobre campo de plata).
     Descubres que la sardana la inventaron en el año 1817. Fue un tal Pep Ventura, que tampoco se llamaba Pep sino José, nacido en Alcalá la Real, provincia de Jaén, e hijo de un comandante del Ejército español.
Se la inventaron, porque no podía ser que la jota de Lérida o del Campo de Tarragona fuese el baile nacional. Y tampoco podía serlo el baile denominado “El Españolito”. Por eso se inventaron la sardana a comienzos del siglo XIX: para crear una identidad nacional inexistente hasta entonces. La sardana, otro mito.
     Descubres que en 1714 no hubo ninguna guerra catalana-española, que Cataluña no participó en ninguna derrota bélica. Fue una guerra entre dos candidatos a la Corona de España, vacante desde la muerte de Carlos II sin descendencia: entre un candidato de la dinastía de los Borbones (de Francia) y otro de la de Austria (de tierras germánicas). En todos los territorios de la Corona de España hubo austracistas y borbónicos: por ejemplo, Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. No fue, como intentan venderlo, una guerra de secesión, sino de sucesión: ningún bando aspiró nunca a romper la unidad dinástica entre Castilla y Aragón, ni la separación de Cataluña. La Diada , otro mito.
     Descubres que el “Caganet” del belén es una “tradición” que no se generaliza hasta el siglo XIX, como la sardana. Y que el “Tió” es otra milonga identitaria y absurda. La Navidad catalana, otro mito.
     Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han tomado el pelo. No nos han educado, sino adoctrinado. Que nos han alimentado, sin darnos cuenta, de una “ideología total” que se encuentra por encima de todo y de todos. Lo abarca todo: permite pisar el derecho de las personas, modelar la Historia a su gusto, y determinar qué está bien o mal.
     Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han adoctrinado a través de mitos, leyendas, mentiras. Que han construido o falseado una realidad, con tal de fundamentar su ideología. Intentaré poco a poco ir comentando esos mitos. Pido ayuda y la colaboración de todos, para tratar de encontrar otras mentiras. Así, [los catalanes] podremos liberarnos de esos mitos, y ser libres de verdad.

     Está claro que eso de viajar, es para algunos, una estupenda vacuna contra la estupidez y el aldeanismo. 


     Por cierto, José Ramón: yo nunca, nunca, "disparo" -según tu expresión- cuando mando una carta para que me la publiquen. Me limito a opinar lo que pienso. 
 

                                                  Un saludo,

                                                                Maribel.

      

2 comentarios:

  1. Uff...tengo trabajo atrasado aquí en Maribelandia. Está visto que una no puede ponerse "pachucha" una semanita.
    ¡¡¡ Dos entradas y de alguien relacionado con el futbol !!!
    Tu otra entrada..., réplica..., contrarréplica... y la carta del joven catalán...
    Mi cabeza,aún con el paracetamol de un gramo tomado a su hora, no dá para tanto.

    ¿¿¿Qué opinión puedo tener de un entrenador que habla en catalán a los españoles y en español a los americanos???

    Ya te digo... no tengo cabeza para esto y no me gusta el futbol.
    Un abrazote.

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  2. Lo primero es lo primero, y es que te repongas con paracetamol, con reposo o con lo que sea, compi. Con esas maravillosas vistas que disfrutas en el Terrao te será más leve cualquier pequeño achaque. Besosss...

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