Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

jueves, 1 de septiembre de 2022

Escapadita 6: Oropesa.

 

Según cuenta la leyenda, los moros tenían cautiva una doncella para cuyo rescate los templarios tuvieron que pagar su peso corporal en oro, y de aquí Pesa oro, Oro pesa. Tan arraigada se encuentra esta historia que en el propio escudo de Oropesa se encuentra una doncella sosteniendo una balanza para determinar su peso. 

Fernando Álvarez de Toledo y Herrera fue el primer Conde de Oropesa, nombrado por los Reyes Católicos.


 

Teníamos que entrar en Oropesa para conocer este interesante municipio situado al noroeste de la provincia de Toledo. Estaban en fiestas cuando lo visitamos. En el centro había mucho ambiente. 

 





Nos alojamos en el Parador de Oropesa, el primero de la red de establecimientos de toda la península.





Este Parador ocupa la antigua casa ancestral de los condes de Oropesa, situada a la sombra de las montañas de la Sierra de Gredos.






 

Conocimos algunos rincones emblemáticos del municipio y nos fotografiamos en algunos de ellos, como la Torre del Reloj, en la céntrica Plaza del Navarro, que forma un arco apuntado sobre una callejuela.




Callejeamos a capricho, mezclándonos con los lugareños y sentándonos a refrescarnos y picar algo, de vez en cuando, en los veladores de sus plazas.





Pudimos deleitarnos con algunos de sus edificios, como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (de estilo plateresco), el Colegio de los Jesuitas (renacentista), el Palacio Nuevo...







Y, desde luego, su majestuoso castillo, formado por una construcción antigua y otra nueva. 

La antigua data de tiempo de los árabes, y fue levantada sobre una estructura romana de planta rectangular y torres circulares. 

 













La nueva, comenzada a construir por una de las ramas de los miembros de la Casa de Álvarez de Toledo, los luego Condes de Oropesa, aproximadamente en 1402, también posee una planta rectangular, en cambio, sus torres son diferentes. En su interior está situada una gran plaza a la cual sólo se puede acceder por una puerta siempre vigilada por una de sus torres, a la que se llega por una rampa escalonada, de la cual se dice que es una de las más famosas de España. 














 

El patio de armas, donde hoy en día se celebran actos culturales, es un gran rectángulo que recoge las infraestructuras de la fortaleza. Está declarado como bien de interés cultural.

 




 

Fue bonito mientras duró, como se suele decir. Ahora, a esperar otro hueco aparente en nuestra agenda para escapar de las rutinas y pesadas obligaciones. Y es que ya vamos teniendo una edad...


No hay comentarios:

Publicar un comentario