Los fantasmas del pasado
se asoman a mi ventana,
yo los miro de soslayo
abrazada a mi almohada.
Si quieres pasear conmigo
por la senda de mis días
no andes tirándome piedras
ni enterrando mi alegría.
Que aunque soy fuerte me caigo,
y me cuesta levantarme.
Pero una cosa te digo:
no me busques las cosquillas
ni me trates con desaire,
que aunque me cueste la vida,
ni por mucho que te quiera
vas a poder derrumbarme.
Ya me voy con viento fresco
ahora que me he desahogado.
Tú no me la das con queso,
tengo muchos tiros dados.
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