Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

lunes, 8 de octubre de 2012

Mis flecos

     Mane siempre dice que los dedos de mis pies parecen flecos recortados en una tela. Algo de razón tiene, he ahí la prueba. El esparadrapo que luce mi pie esconde bajo su níveo parche una cicatriz de cinco puntos que el dermatólogo-cirujano me bordó el jueves. Decidió extirpar una manchita oscura que descubrí en la última Semana Santa, ante la desconfianza de su origen. Lo peor: la anestesia local, a medida que va introduciéndose en la piel, es como si lo fuese destrozando todo a su paso. Salí del quirófano andando con garbo, no me dolía ni me molestaba al caminar, pero a medida que pasaban las horas y el efecto de la anestesia se esfumaba, el dolor empezó a tomar presencia, y a reencarnarse en un perro rabioso que no soltaba prenda...

     Menos mal que mi familia y mis amigos (los virtuales y los cercanos), me arroparon con sus muestras de cariño. Como mi sobrina Alicia, que me trajo un dulce presente en forma de chupachups de bizcocho chocolateado, con cobertura de vainilla, y cada uno decorado de distinta manera, lo que les daba un aspecto apetitoso y divertido a la vez. Es una artista con todo lo que hace, ya sea repostería, cocina tradicional, artesanía o encaje de bolillos.

     Calzada, es difícil imaginar la herida que escondo en la planta del pie, pero pica bastante, y a mí siempre me dijeron que si pica, es que se está curando.

     Mañana vuelvo a mis clases. Procuraré ser prudente, porque los niños son impetuosos y no calculan las consecuencias de sus rápidos e imprevisibles movimientos, pero al menos podrán jugar en su hora de Educación Física, aunque yo no esté al 100% de rendimiento, y yo no estaré en casa cabizbaja, pensando que les privo de lo que más les gusta.

     A primera hora sacaré a pasear mis flecos, eso sí, bien protegidos por la zapatilla de deporte y envueltos entre algodones, como bien se merecen. Que les quedan muchas horas de baile de aquí en adelante.

                    ¡Hummm..., qué rico...!








2 comentarios:

  1. Mi niña...!!! ¿¿¿pero que te han hecho???

    Los flecos se te ven sanitos... pero ajjj...¡¡¡que costurón en la mismicita planta!!!

    Y ahora al "cole". Anda que como te pisen!!!

    Algun@s tienen esa tendencia.
    Auténticos expertos en pisotones!!!
    ¿¿¿verdad???

    Bueno..., que te quiten ese remiendo cuanto antes y estés pronto "en plena forma" como es tu estado normal.

    Un besazo desde EL TERRAO.

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  2. La mañana ha transcurrido sin incidentes. Les he explicado a los niños lo que me han hecho y la herida que me queda, y ninguno ha traspasado la línea de seguridad a mi alrededor. No hay nada como la vuelta a la normalidad, aunque haya que madrugar...

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