Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

viernes, 9 de agosto de 2019

Mosaico de Orfeo santamartense


 
Desde estas líneas quiero sumarme a una reivindicación lanzada reiteradamente por mi paisano Manuel Pintor Utrero -que estoy segura respaldan todos los santamartenses-  sobre un descubrimiento arqueológico en nuestro pueblo. 

Se trata de un mosaico de la época romana, en cuya escena aparece Orfeo, con una lira de diez cuerdas, rodeado de animales, en la que predominan los colores blanco, negro y ocre. 

Fue hace casi un siglo cuando el barcarroteño Virgilio Viniegra Vera, destinado en Santa Marta como jefe de Telégrafos, encontró esta joya en el paraje denominado “La Atalaya”. Gustaba este personaje de recorrer los campos con las primeras luces del alba, y escribir después sus andanzas, experiencias e investigaciones. En un primer momento, el diario madrileño ABC se hizo eco de la noticia de este hallazgo, que seguidamente se difundió por los periódicos pacenses. Un cronista que visitó las excavaciones pudo comprobar en persona la espectacularidad del pavimento, de unos cuarenta metros cuadrados, en una habitación central entre otras dos estancias que, según entendidos en la materia, es de fecha postconstantiniana. 

En junio de 1925, unos meses después, fueron a visitarlo el Gobernador Civil, el Presidente de la Diputación y el Alcalde de Badajoz, que era asimismo Director del Museo Arqueológico y Delegado de Bellas Artes. Estas autoridades provinciales impulsaron la creación de la Asociación Arqueológica, que se encargaría de custodiar, reparar y velar por el monumento. Pero dicha Asociación perdió relevancia antes de reunir el dinero necesario para levantar una casita y cubrir con tierra el solado.

Las ruinas romanas, declaradas monumento histórico artístico de interés nacional poco después de proclamarse la República, se fueron deteriorando con el paso de los años ante la indiferencia de todos, quedando reducidas al mosaico principal.

Fue en 1.974 cuando Patrimonio Nacional trasladó los restos al Museo Arqueológico de Badajoz, con la intención de restaurar y exponer la escena. Y en sus sótanos permanecen embalados, según la base de datos, por la enorme dificultad que supone recomponerlo.

Santa Marta quiere recuperar lo antes posible ese preciado mosaico romano y poder exhibirlo en su Museo Etnográfico, para disfrute de paisanos y visitantes, y también como justo homenaje a su descubridor, Don Virgilio Viniegra Vera. No cejaremos en nuestro empeño hasta lograr nuestro objetivo.




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