Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 13 de diciembre de 2014

La crisis ya es historia



  
Estimado D. Mariano:
 
Tenía pensado escribirle antes esta carta, pero estoy muy ocupada con el trabajo, ya sabe usted, cada vez más horas y menos sueldo. Y además las faenas domésticas, siempre de un lado para otro, allí donde estén las mejores ofertas para llenar la nevera, y atendiendo mi casa, que hace ya años renuncié a las ayudas externas por culpa de la maldita crisis. Menos mal que, según sus últimas declaraciones, ya ha pasado y éstas serán las primeras navidades de la recuperación.   


Voy a mandar un whatsapp a mi hijo, el que trabaja en Inglaterra, para que se venga inmediatamente, que estamos en la vanguardia de la recuperación en Europa y él no se ha enterado todavía. Se fue cuando la depresión hizo acto de presencia, tras varios intentos por abrirse camino en el precario mercado laboral, después de unas cuantas experiencias frustrantes. Y avisaré igualmente a mi hijo pequeño, que cursa estudios universitarios en Sevilla, para darle la grata noticia, que ya casi es seguro que no tenga que volver a casa sin terminar la carrera, porque la crisis ya es historia. El mediano de mis hijos se alegrará como sus hermanos; él sí trabaja, en cuanto cumpla unos cuantos trienios, si no le afecta un ERE, conseguirá por fin ser mileurista, y es muy posible que antes de llegar a cuarentón pueda incluso independizarse. Menuda alegría. 


Y yo aquí, abrigada como un esquimal, porque “murió” la caldera y no he podido habilitar un presupuesto para sustituirla. Pero, bueno, de aquí a nada primavera otra vez, solo es cuestión de unos meses. No sabe lo contenta que me he puesto. Voy a tirar la casa por la ventana, un día es un día. 


Bueno, D. Mariano: que pase usted unas dulces y placenteras vacaciones, y que celebre la buena nueva con jamón, marisco, turrones y vino del bueno, usted que puede. Que yo tengo un poco alto el colesterol y además no quiero perder la figura.

Un saludo,
                   Maribel Núñez Arcos.

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