Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Inma

 

INMA

 

No se escuchan hoy las risas de tus niños

y tu clase se ha quedado triste y muda.

El pasillo entona el eco de tu nombre

y las lágrimas ahogan nuestras dudas.

 

¡Cuántas dosis de paciencia, cuántas horas

dedicaste a enseñar a tus pupilos!

¡Cuántos proyectos y sueños de colores,

cuántos abrazos la muerte te ha impedido!

 

Guardaremos en el alma los recuerdos

que de amiga y compañera nos dejaste.

Ve con Dios, Inma querida, sube al Cielo y

que los ángeles disfruten tus bondades.

Rezaremos todos juntos en tu duelo

al unísono, aunque sea llorando a mares.

 

Antes de entrar en el mar

el río tiembla de miedo,

pero ya no hay vuelta atrás.

El río debe aceptar

que entrando en el océano

no desaparecerá:

dejará de ser un río

para convertirse en mar.

(Versos basados en una metáfora de Khalil Gibran).

 

Maribel Núñez Arcos. (Diciembre 2024).