SOLO MÍA
Hoy has sido solo mía durante
algunos minutos. Al que madruga, además de arrugarle, Dios puede concederle
privilegios, como este sentimiento de propiedad consentida, parecido al de los
enamorados, que he saboreado a primera hora de la mañana.
Me he dejado abrazar
por tu gélido tacto, envuelta en azules indescriptibles, en comunión perfecta,
del mar y del cielo. Creo que podría pintar de memoria en un lienzo la fuerza
creciente de tu vaivén en su camino, hasta sembrar de espuma la orilla.
Comienzan a florecer sombrillas
de colores, irrumpen en tu dulce melodía las risas de los niños. Llega el
momento de la retirada, con una mirada cómplice, y los latidos de un corazón
apasionado.
Estar en el momento oportuno en el lugar idóneo produce grandes satisfacciones.
ResponderEliminarVenir y leerte me llevo con tus palabras a tus sentimientos
Besos muchos
tRamos